jueves, 28 de junio de 2012

Se cayó

Justo estaba tratando de entender qué había sucedido cuando entraste al living. Fue evidente que te importó un carajo y que ni te percataste de mi cara de espanto porque esquivaste el jarrón roto en el piso sin siquiera mirarlo y te metiste al baño.
Pensé justificarte con tu concentración en el estudio que te mantenía de la mesa de la cocina al living y del baño a la mesa de la cocina, atravesando una y otra vez la puerta alta de madera, fumando y tomando largos tragos de agua.
Buscaba en vos una respuesta porque sabía que vos sabías algo que yo no, que vos vivías hacía años en la casa de la abuela y tenías que saber por qué pasaban esas cosas.
Vos, vos si tenías que entender .
Estaba pálido, arrodillado en la alfombra junto al jarrón hecho pedazos  -el jarrón que era una reliquia de esas que coleccionaba la abuela- cuando volviste a pasar una pierna sobre él, directo hacia la cocina.
Entonces frenaste justo cuando sujetabas el picaporte, te diste vuelta y me miraste con ojos casi burlones.
-¿Qué pasó?
-Se cayó solo
-¿Se cayó solo?
-Sí
Y te cagaste de risa mientras abrías la puerta y te instalabas de nuevo en la mesita y yo te oía murmurar:
-Duendes de mierda.

sábado, 2 de junio de 2012

Cascada

Y al conjunto de las osadías se le llama...patrimonio. 
Y como usted sabe, la lechuza da vuelta la nuca, y cambiemos de tema.
Abajo (bajo,bajo,) hay luz todavía, y sin embargo administrándola.
Uno la administra, caray!, qué chiquillo más travieso. Uno regulándola, (.Ya no hace tanto frío,) como ya te darás cuenta; (si me abrazas) y si me escuchas con atención (,mirandome el fondo de los ojos), lo podrás ver.