lunes, 27 de mayo de 2013

Carnavalito

...de mi autoestima raquítica, sumergida en un mar de buenas intenciones. De títeres, carrozas decoradas con insignificantes deseos de mentira, superfluos, utópicos, idealistas.
Asesinos seriales de improntas desleales de otras vidas caducadas, putrefactas, escondidas.
Hundidos en arena movediza, plagada de insectos que componen, una melodía ajena a todo. Del otro lado, la serpiente, se retuerce, se relame, inconsciente, egoísta, crítica, salvaje.


No me soporto, ya no.

Pocas ropas

En este sitio la gente acostumbra usar muy poca ropa. Las mujeres, sobre todo, con sus mini-shorts y sus puperitas, se pasean por las calles mamboleando sus curvísimas condiciones físicas, de culo firme y buenas gambas todas ellas.
Esta mañana pasó por la parada una morena de minifalda y plataformas. El viejo que a mi lado esperada el colectivo no pudo evitar que su cuello se retorciera mientras seguía con los ojos a esa criatura del demonio y su mandíbula se iba abriendo len ta y su til men te.
- ¿Qué pasa hombre, acaso nunca vio un par de piernas?- Le dijo la morena mirándolo a los ojos y dándose un chirlo en el culo. Y se marchó, sonriendo y moviendo aún más la bunda de un lado al otro, cuando la mandíbula de aquel caballero llegaba casi al piso.

Lo inexplicable es que de no haber terminado así la escena, lo hubiera hecho en una cachetada firme y precisa en el rostro del cara, seguida de estruendosos gritos que, quizás, lo hubieran excitado de igual manera.
Son los únicos dos tipos de respuestas posibles aquí: el deseo o la violencia, y lo maravilloso es que uno conduce al otro, y vicerveza.

viernes, 3 de mayo de 2013

Pueblo Chico

Dicen:
"Pueblo chico, infierno grande".
Pero si el pueblo chico,
es infierno grande.
Imagine usté,
imagine nomás,
lo que será la ciudá.