Y al final?
Por qué buscar siempre el abrazo que no acaba,
la lágrima que no cae?
Por qué buscar siempre el frío,
el metal helado
de tu picaporte?
La soledad de tu sueño,
el camino trunco a tu mirada.
Las manos del egoísmo,
el amor
a la guerra,
el sexo vacío y
pulcro
(o sucio)
La pesadez de tus mochilas,
la tragedia impuesta de tus recuerdos.
Por qué?
Para qué?
Si pudieran ser tantas,
tantas,
tantas otras cosas.
Tantos paseos diferentes
por la luz
y el cielo.
Y sin embargo acá estoy,
internándome en tus pasillos,
palpando la paredes,
para no caer...
lunes, 14 de abril de 2014
viernes, 11 de abril de 2014
Abismos
Pero en el abismo no hay fondo, sólo hay caída
l
e
n
t
a,
e
t
e
r
n
a
Qué tan difícil puede ser mirarse en el espejo,
qué tan difícil aceptar ese reflejo,
llamarte
egoísta,
indiferente,
insensible,
y a veces también
linda,
inocente,
chiquilina.
Desnudarte
prenda
a
prenda,
quitarte los aros,
los zapatos,
el maquillaje.
Repetir la ceremonia en habitaciones diversas,
ante espectadores siempre diferentes
y una vez completa, alzar los ojos,
reconocerte en el cristal pulido.
Y sonreír,
y quizás también
llorar alguna vez.
Qué tan difícil para que siempre andes mirando
hacia afuera
o hacia abajo,
asomándote en aljibes y
acantilados.
l
e
n
t
a,
e
t
e
r
n
a
Qué tan difícil puede ser mirarse en el espejo,
qué tan difícil aceptar ese reflejo,
llamarte
egoísta,
indiferente,
insensible,
y a veces también
linda,
inocente,
chiquilina.
Desnudarte
prenda
a
prenda,
quitarte los aros,
los zapatos,
el maquillaje.
Repetir la ceremonia en habitaciones diversas,
ante espectadores siempre diferentes
y una vez completa, alzar los ojos,
reconocerte en el cristal pulido.
Y sonreír,
y quizás también
llorar alguna vez.
Qué tan difícil para que siempre andes mirando
hacia afuera
o hacia abajo,
asomándote en aljibes y
acantilados.
miércoles, 2 de abril de 2014
Carreteles
Y me fascina ese gesto, ese movimiento que coloca tu sien contra la mía, esos círculos que dibuja tu cabeza mientras comienza a llegarme todo vos, todo eso tuyo, esa maraña de pelos, hilos y pelusas. Me llega así, hecho un kilombo y lo tomo entre los dedos, y juego a enroscarte en carreteles infinitos, dando ordenadas, precisas vueltas sobre vos mismo,
como el perro que se persigue la cola.
como el perro que se persigue la cola.
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