viernes, 21 de junio de 2013

Barro

Te observo, te veo revolcarte sobre tus certezas, usarlas como papel de diario en cada noche de plaza en el invierno infinito de tu cuerpo. Ya en otros jardines quise cubrirte con mantos de ternura estúpida, pero te vi destrozarlos antes de sentir calor, convencido -como siempre estás- quizás por obra de un pasado triste y pegajoso del que ya no puedo hacerme cargo, de que te los quitaría en mitad de madrugada, y morirías de frío.
Y es probable...

Te observo, te veo revolcarte sobre tus certezas y nacen broncas pero más bien lástima: veo al miedo agazapado sobre tu cabeza, te veo temblar en una habitación sin luz en la que siempre estás sólo y acurrucándote en un rincón.
Te observo, te veo revolcarte sobre tus certezas como la avara delirante sobre su montaña de oro, reafirmando una y otra y otra y otra vez cada una de ellas, llevándolas como carteles de neón en la frente, en la cara y en las palmas. Pero en los ojos no.
Y sé que mi inocencia, mi inseguridad y mi ignorancia valen mucho, mucho más que tu disfraz de acero y piedras. Por eso me las llevo, esta vez te dejaremos solo, como pedís a gritos.
Siento haber sido etiquetada y ordenada en tus casilleros infinitos, pero me duelen los huesos y es hora de dejarlos bailar. Por eso me arranco el rótulo en la frente y te lo devuelvo, por eso me voy aunque no quiera, aunque te escuche temblar en la pieza de al lado de frío y de un profundo miedo mientras te observo, te veo revolcarte sobre tus certezas que son de barro y salpican, y manchan
mi ternura,
mi estupidez
y mi ignorancia.                                                                                                    

martes, 11 de junio de 2013

Palabras

No puedo escribir, no puedo hablar, no puedo crear ni destruir nada mientras elija las palabras, mientras las siga seleccionando del catálogo sucio y estéril que me es ofrecido.

No puede nacer nada mientras las raíces sigan fuera de la tierra, y nada saldrá de esta mente oprimida con el caudal, con la crueldad y el frío que debiera.
Serán puras falacias, será todo mentira mientras exista una única mirada ajena.
Pues ni siquiera en pensamientos seré libre y hasta el más puro intento será un sucio reflejo, cualquiera sea el espejo que me pongan frente.

Porque sucio está el espejo, porque sucia está la mente.

lunes, 3 de junio de 2013

Quiero

Te quiero, te quiero, te quiero. Te quiero fuerte y por eso te tengo en mente, y en alma te tengo porque puedo no tenerte. Te quiero porque puedo quererte aunque no me quieras como yo quiero, aunque me quieras como tu quieres o no me quieras.
Te quiero, te quiero, te quiero y ridícula me rio y doy saltitos al vacío. Porque te quiero, aunque no estés presente y por eso este querer es sólo mío y por eso tan fuerte se siente.
Te quiero por quererte, aunque no existas, aunque nada me des y nada exijas. Te quiero porque quiero, entonces no es que te quiera sino es que Quiero, Quiero y Quiero.

Dora

Dora, dorados los árboles deste río. Dora, adorando su cause tejen brazos al horizonte. Dora, si los vieras sacarse las hojas de encima de a una, soltarlas para que por fin toquen el agua.
Con qué simpleza Dora, con qué amor las dejan ir río abajo sabiendo, porque lo saben Dora, que sus raíces nunca nacerán en esa transparencia.