martes, 25 de febrero de 2014

Playa I

Toco apenas,
apenas y con la punta de los dedos,
tu superficie brillante,
escurridiza.
Me recibís con violencia,
con la misma violencia de las gotas
que elevó mi pie al viento.

El mar
La mar

Me golpeás la cintura,
me humedecés las piernas,

la panza,
el sexo.

Te digo sí,
me entrego.
Te penetro de cabeza
(justo justo en el medio de una ola)
y me sumerjo,

fresca,
suave,
submarina.


Y ahora sí,
(de premio)
el sensual balanceo de mi cuerpo
sobre tus vientres,

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