martes, 12 de julio de 2011

Dos extraños bailando en las sombras

Pinta como pinta, la luna les pinta la cara de pálido. Suena, qué suena, la música extirpa sumerge, confiesa. Bailan, mueven, giran, se toman de las manos, susurran, se mienten. Se miran, se atrapan. Prometen, sin caso prometen. Se sienten, los cuerpos, la ropa, las manos, desgracia.
Ya no estamos para esto, sólo quería saber si estabas despierto.
Y grita, a ver si alguien responde, a ver si hay humanidad tras ese cuerpo. Pero ni eso. Sacude, rezonga, recrimina, reprocha. Ni eso, acrílico o porcelana. Nada.
Una persona, quiero ver una persona. Pero ni eso.
Ya no pide cariño, no pide siquiera respeto, no espera nada, un sorbo de verdad, una descarga eléctrica y nada. No hay nada.
Ya no necesita ni que le demuestre afecto, un sorbo de verdad, un sartenaso. Pero ni eso.
Solo giran, se mueven, se tocan, carne, piel, sudor. Hace frío afuera, y adentro, que frío que hace acá adentro. ¿Hay alguien?
Sacude, de nuevo, y no reacciona. Se le quemaron los libros, se le cayeron las horas. Ahora. Dos extraños bailando en las sombras.
Si te he visto ni me acuerdo, ya están mareados. Y el tiempo les pesa y las copas. Un sorbo de verdad, quisiera ella, para calmar la resaca, pero ni eso.
Sucumben, no hay ojos, no hay nada. Tras ese cuerpo no hay nada, porcelana o acrílico. Nada. Un par de extraños, una nueva historia, siempre lo mismo, siempre deshonra.
Son dos extraños bailando en las sombras, y el cuerpo, esos cuerpos, memoria física, lamentos. Ya no, ya no estamos para esto, solo quería ver si estabas adentro. Pero ni eso, no hay nadie. Qué pena. Había un cartel que decía “abierto”, pero ni eso.
¿Hay alguien ahí? Un sorbo de verdad, en serio, no le pongo precio.
Ya no se reconocen, no pueden quedarse quietos, otra mentira, otros sujetos. Perfecto, este era el último intento, ya no voy a apostar, como hace el resto. Ya veo, tienen razón, ellos llegaron antes, encontraron el lugar vacío donde debías estar vos. Pero ni eso.
Ni siquiera estaba buscando afecto, no, ni eso. Sólo quería saber si estabas despierto, si estabas adentro. Pero no, ni eso. Acrílico o porcelana. Nada.

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