domingo, 13 de marzo de 2011

Llueve

La lluvia cae, de una manera especial; como a veces cae una lágrima o una ilusión mal formada.
Cae con fuerza, haciendo ruido, haciendo agujeros.
Cae doliendo en cada centímetro que empapa sin dejar rastros.
-Llueve sobre mojado-
Cae la lluvia, porque sabe que siempre podrá volver. Cae sin miedo, sin prejuicios -y que envidia- porque sabe que siempre podrá volver a caer.
Cae como si fuera la última vez, que ironía, como cae... esta lluvia que desde el medio día esperaba incómoda en una nube.
Me caen las gotas en la cara -me caen bien- porque cambian, cambian todo el tiempo, imposibles de reconocer.
Ya no llueve allá afuera, es hora de comer. Y me resigno a que esas gotas sean parte de la tierra o de un río y después del aire y después de estar apretujadas en una nube, vuelvan a caer; como a veces cae una lágrima, o una ilusión.

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