miércoles, 30 de marzo de 2011

Un día

Empezó todo sin duda cuando estando debajo (se dice debajo, bajo o abajo?) de un árbol en la bendita hora de E.F., sentí que una gota me mojaba parte del pelo y la frente, cayó de arriba, como caen la mayoría de las cosas. Dado que mis queridos compañeritos estaban jugando con espuma loca, pensé que de eso era la gota, pero cuando procedí a olerla, me dí cuenta q no era otra cosa q pis. Si, pis. Me di vuelta y pregunté q me habían hecho pero nadie supo responder. Pensé en q quizás me había meado un elefante (para poder graficar el dicho popular) pero de ser así tenía q ser Dumbo o algún pariente del orejón volador, y clasifiqué de imposible la hazaña, y ahora pasadas 6 horas me pregunto si las palomas mean, seguro que sí.
Salí apurada porque tenía q llegar al centro, por SUERTE el colectivo llegó rápido y hasta encontré un asiento. En una de esas un pendejito que estaba al lado (no tenía muchos mas de 2 años menos que yo) me empezó a hablar. Me preguntó a dónde iba y cuando respondí que a terapia, el pobrecito me preguntó por qué. Yo pensé que quizás era inocente o pelotudo por no darse cuenta, pero me quedé con que no me conocía en absoluto.
Después de una sesión fuerte (así la calificó la psicóloga), decidí llegarme (q feo que suena) a Plaza San Martín a buscar una casa de herrajes (si, una casa de herrajes) pero obviamente no la encontré, y de haberlo hecho seguro estaba cerrada.
Para ese entonces ya eran las 8 menos cuarto y decidí regresar a mi hogar. Tanteé el cospel en el bolsillo y me dirigí a la parada. Mientras esperaba, me pregunté por qué en vez de poner paradas inteligentes (en qué pensarán las paradas?) no mejoran un poco los bondis que te llevan como vaca al matadero.
Miré un poquito a los costados y leí claramente un graffiti que decía: Que se vayan todos. Que se vaya qién? Le habrían usurpado la casa calculo, una familia numerosa sin duda, extraña manera de quejarse. De los políticos no creo que hayan estado hablando porque ellos mismos los eligen, aunque votan al que tiene menos cara de garca y de ahí dale que va (dale que va? Terrible frase).
Al lado mío había una mujer con un nenito, cara de chino tenia el pobre, capaz no veían bien. La mina era bien argentina pero pobrecita el nene le salió con cara de chinito (será chino en serio che?, porque hay muchos de esos que tienen cara pero ni que ver con la China, por nombrar uno de tantos productores de personas con los ojos alargados (podría decir Corea, Japón, Filipinas, pero no, China está bien)).
Apareció en la esquina un camión de Crese y pensé en pedirles que me alcanzaran, si yo ahí me mezclo bien. “En la basura siempre hay algo que vale la pena, es como el Ying y el Yang che” , me lo dijo una vez un linyera. “Un poquito de acá un poquito de allá y te armás un loft en pleno puente Zípoli nena” (si, loft había dicho el viejo).
Dado que el E5, después de 25 minutos, no tenía intenciones de aparecer me prendí un cigarrillo. Yo en cabalas no, pero que las hay las hay. Ni bien lo prendo aparece el arrogante en la esquina, lleno estaba, ni paró, no te digo que como vacas al matadero?
Después de otros 20 minutos decidí tomar un taxi, tachero bien me tocó, de esos que no hablan, si hasta me prendió la luz para que Cortázar me haga pensar un rato.
Al llegar al hogar busco en el bolso simil cartera, y no, no tenía llave, toco el timbre y nada, había que esperar, y las gotitas me empezaron a mojar la cabeza, pero ahora eran de lluvia.
Debió haber sido Dumbo, seguro. Pero yo pesimista no soy, no, yo no me quejo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario